La gastronomía está en continua evolución. Sin embargo, hay una serie de platos con mucha historia que han sobrevivido al paso del tiempo generación tras generación. Hoy en Carnicería Sergio y Julio hablamos sobre el steak tartar, un clásico que nunca pasa de moda.

Qué es el steak tartar

Todavía hay muchas personas que asocian el steak tartar con una receta moderna, innovadora y de vanguardia. Si bien es cierto que algunos cocineros le han aportado su toque personal y posiblemente moderno, lo cierto es que es un plato con una gran historia detrás.

El steak tartar, tartar de carne o filete tártaro, es una elaboración que se prepara a base de carne cruda picada finamente, condimentada y aderezada con diferentes ingredientes.

Origen del plato

Existen diferentes teorías para explicar el origen de esta elaboración.

La más extendida nos transporta hasta tierras de Mongolia, donde los jinetes tártaros del siglo XIII portaban carne bajo sus monturas mientras cabalgaban. La finalidad de esto era ablandar la carne para poder comerla posteriormente.

Dicen que el trote del caballo, unido al calor del movimiento, contribuían a que la carne se desangrase y se macerara sin esfuerzo.

Pero también existen otras teorías que dicen que procede de la Polinesia Francesa, una zona donde el consumo de carne cruda es frecuente. La receta podría haber llegado a Francia y haberse popularizado en uno de los países cuna de la gastronomía.

Sea como fuere, hasta 1875 no aparecería la primera referencia escrita sobre el steak tartar, de la mano del gran Julio Verne en su novela Miguel Strogoff.

Trucos para un buen steak tartar

Sin duda alguna, para obtener los mejores resultados es necesario optar por carnes muy frescas y de gran calidad. Entre los cortes más demandados está el solomillo de ternera, una pieza excepcional, tierna y sabrosa. Debe ser una pieza sin nervios y con poca grasa.

A partir de ahí, los aderezos son cuestión personal. Pero siempre es preferible no enmascarar el sabor del elemento principal del plato: la carne.

Otra cuestión importante es la forma de picar la carne. Ojo, porque no se trata de una hamburguesa que se pique a máquina. Aunque conlleve más esfuerzo, el steak tartar debe picarse a mano y con paciencia.

Finalmente, para picar la carne, ésta debe estar en frío, nunca a temperatura ambiente.