Una de las formas de cocinar la carne que más gusta a los niños (y no tan niños) es el empanado. Sin embargo, a pesar de ser una elaboración muy extendida, no siempre se consiguen los mejores resultados. Por eso, hoy desde Carnicería Sergio y Julio traemos diferentes consejos y trucos para empanar carne en casa.
El empanado es una de las técnicas de rebozado de la carne, consistente básicamente en pasarla por huevo y pan rallado para luego freírla. No obstante, hay quienes antes de pasarla por huevo, enharinan la carne, pero esto es algo opcional.
La idea es conseguir una cobertura crujiente que protege la carne del interior, que queda terna y jugosa.
Trucos para empanar carne
Antes de comenzar con la elaboración en sí, el primero de los trucos consiste en escoger la carne ideal.
Hoy en día podemos encontrar carne empanada de prácticamente todos los tipos, aunque la de ternera y la de pollo siguen estando entre las favoritas.
Los cortes más tiernos y jugosos ayudan a obtener excelentes resultados, como la babilla, la tapa y la contra de ternera.
Ablandar la carne
Aun así, también se pueden empanar cortes no tan tiernos, con la ayuda de otro de los trucos para empanar carne. En este caso, nos referimos a ablandar la carne.
Para ello, se puede echar mano de un ablandador, un mazo o espalmador. Basta con colocar el filete entre dos piezas de papel film y golpearlo hasta que se ablande y tenga el grosor deseado.
Otra alternativa tradicional que ablanda la carne son los marinados. Puede sumergirse la carne en leche (sobre todo la pechuga de pollo y pavo), o marinarse con yogur, o una mezcla de aceite de oliva con condimentos y hierbas.
El tamaño ideal de filete
Pero hay que tener cuidado, ya que el grosor ideal es el intermedio. Si el filete es demasiado fino, es fácil que quede muy seco al freírlo. En cambio, si es muy grueso, podría quedar poco hecho. O peor, soltar muchos jugos y arruinar el empanado exterior.
Por otro lado, siempre es preferible que los filetes no sean excesivamente grandes. De este modo, serán más fáciles de manejar.
En caso de dejarlos de buen tamaño, un truco de nuestras abuelas consiste en practicar pequeños cortes por todo el borde del filete, evitando así que se doble o encoja de manera irregular durante el cocinado.
La importancia del resto de ingredientes
Si bien contar con la mejor carne es fundamental, los otros ingredientes pueden hacer que el plato sea un éxito o un fracaso absoluto.
Primeramente, los huevos. Han de ser frescos y se utilizan batidos. Como mínimo suelen necesitarse 2 ó 3 huevos, pero dependiendo de su tamaño pueden ser más.
En segundo lugar, el pan rallado. Hay quien ralla los restos del pan duro casero. Otros optan por el clásico pan rallado de panadería o supermercado.
Pero también hay otras opciones maravillosas como el panko, las mezclas de cereales o de frutos secos. Merece la pena probar los rebozados con copos de maíz, de avena o con kikos, ¡los resultados son sorprendentes!
Para los más innovadores, siempre se puede aderezar en casa el pan rallado con otros elementos como ajo en polvo, perejil, etc. En la variedad está el gusto.
Por último, el aceite de la fritura. El aceite de oliva está entre los preferidos, aunque también existe aceite especial para freír y opciones más suaves como el de girasol.
Hora de empanar y freír
Tras elegir el pan rallado, el aceite y los posibles aderezos, toca empanar y freír la carne.
Antes de nada, la carne debe estar a temperatura ambiente para conseguir los resultados más homogéneos.
En caso de utilizar harina, lo mejor es tamizarla y disponerla en un plato o fuente llana. Después, se baten los huevos en un recipiente amplio. Se dispone el pan rallado en otro plato llano y se preparan las especias elegidas (o simplemente sal y pimienta negra).
En primer lugar, se salpimienta la carne al gusto. Si queremos pasarla por harina, es el siguiente paso, dándole unos toques para retirar el exceso y evitar posibles grumos.
Ahora se pasa por el huevo batido, escurriendo el exceso y después por el pan rallado. A continuación, se fríe en abundante aceite caliente y se sacan a un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Para aligerar el plato, otro de los trucos para empanar carne es hacerla en el horno, si necesidad de utilizar aceite.
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